lunes, 23 de marzo de 2015

ORIENTACIÓN VOCACIONAL

ORIENTACIÓN VOCACIONAL

El término que ahora nos ocupa tenemos que dejar patente que está conformado por dos palabras que tienen su origen etimológico en el latín. La primera de ellas, orientación, procede del verbo oriri que puede traducirse como “nacer”. La segunda, vocacional, por su parte emana de otro verbo latino: vocare, que es sinónimo de llamar.

La orientación se ha definido de muchas maneras, a saber:

  • Orientación escolar: proceso por el que se ayuda al alumno en el estudio, así como en el periodo de adaptación a la escuela.


  • Orientación educativa: (educational guidance) concepto más amplio que el anterior, puesto que la educación se extiende más allá de lo académico.


  • Orientación profesional: Es la ayuda en la elección de una profesión. Es un proceso que se basa en el conocimiento del sujeto y de su entorno.


  • Orientación vocacional: Proceso de ayuda en la elección de una profesión, la preparación para ella, el acceso al ejercicio de la misma y la evolución y progreso posterior. Según esta definición, la orientación vocacional incluye la orientación profesional.


La orientación vocacional es un conjunto de prácticas destinadas al esclarecimiento de la problemática vocacional. Se trata de un trabajo preventivo cuyo objetivo es proveer los elementos necesarios para posibilitar la mejor situación de elección para cada sujeto.
La orientación vocacional puede concretarse de forma individual o grupal, ya que supone actividades ligadas tanto a la exploración personal como al análisis de la realidad a través de información sobre la oferta académica y las particularidades del mercado laboral.

Por lo general, los destinatarios de la orientación vocacional son los adolescentes que se encuentran próximos a la finalización de sus estudios secundarios. De todas formas, también puede estar dirigida a estudiantes universitarios, jóvenes en general y hasta a adultos insertados laboralmente, que evalúan la realización de formación de postgrado.
Lo más frecuente es que para ayudar a los jóvenes, sobre todo, a encontrar esa vocación y ese camino profesional es que se utilicen, por parte de orientadores o pedagogos, una serie de herramientas tales como los conocidos test de orientación vocacional. Se trata de cuestionarios que están conformados por una amplia lista de actitudes que son vitales en diversas profesiones y ellos deben elegir mediante cuatro parámetros (nada, poco, bastante o mucho) el interés que tienen en las citadas.
Cabe destacar que la búsqueda vocacional es una tarea personal donde cada individuo debe reconocerse como protagonista, pero contando con los recursos necesarios para favorecer y enriquecer esa búsqueda.
En este sentido, hay que tener en cuenta que la vocación no es algo innato, sino que se desarrolla en el plano de la acción, el conocimiento y la convivencia. Al adquirir diversas experiencias de modo consciente e inconsciente, el sujeto se convence de que puede elegir por sí mismo.
Los profesionales que asisten en la orientación vocacional deben descubrir la singularidad de cada persona y acompañar su decisión, sin olvidar que la tarea implica una responsabilidad para ambas partes. La investigación sobre la historia personal, los gustos, las preferencias y las aptitudes son claves en el proceso.

FACTORES QUE INFLUYEN SIGNIFICATIVAMENTE EN EL PROCESO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL
ü  La motivación laboral real del usuario.
ü  La iniciativa en la búsqueda de empleo y de formación: el tipo de acercamientos y frecuencia, la eficacia de dichas iniciativas; dónde y cómo solicita empleo, el método utilizado y la constancia, son factores que nos indicarán su ajuste vocacional, el nivel de motivación para el empleo y su manejo en las técnicas de búsqueda de empleo.
ü  La percepción de recursos económicos que cubran o solucionen las necesidades mínimas restarán impulso y motivación para acceder a un empleo.


ü  La situación familiar: si la familia no cree "necesario" que su familiar enfermo pase por los riesgos y dificultades de encontrar y mantener un empleo, tenderá a solicitar un recurso de carácter ocupacional o una prestación económica para su familiar. El apoyo familiar ofrecido al usuario (iniciativas de la familia respecto a la rehabilitación del usuario, el conocimiento de la enfermedad, la relación con terapeutas, la pertenencia a asociaciones y papel que desempeña, la búsqueda de recursos adecuados, el nivel de emoción expresada, etc.) y la relación de la familia, y de otros miembros de su red social, con el trabajo (la opinión de su entorno social respecto al mundo laboral, así como su propia situación laboral) van a influir en la motivación del usuario hacia el empleo.
ü  La relación del usuario con el mundo laboral: el nivel de conocimiento de las condiciones laborales actuales, la presencia de ideas erróneas sobre el mercado laboral (percepción idílica, hostíl, etc.).
ü  La historia formativa / laboral, vivida por el usuario de manera positiva, es un predictor de éxito en un proceso de rehabilitación laboral.
ü  El último trabajo y curso de formación desempeñada, las funciones realizadas, el tipo de jornada, el motivo de finalización y el nivel de desempeño y de satisfacción alcanzado, nos servirán de indicadores sobre los intereses y preferencias del usuario.
ü  Los motivos de abandonos laborales, formativos, ocupacionales o de ocio aportarán información sobre su sistema atribucional.
ü  Las limitaciones y habilidades laborales expresadas por el usuario y percibidas por el rehabilitador en un contexto lo más parecido al laboral.

ü  Los deseos y preferencias laborales expresados por el usuario: es necesario respetar los deseos del usuario, ya que el grado de satisfacción va a ser determinante en el mantenimiento del empleo.
ü  El tipo de actividades que realiza durante el día: aficiones, gustos, tareas de casa, lectura, deporte, rehabilitación, etc. (opinión del usuario sobre su estilo de vida).


EVALUACIÓN EN ORIENTACIÓN VOCACIONAL
El objetivo de la evaluación en orientación vocacional es: identificar los intereses laborales del usuario, sus expectativas vocacionales, el nivel de conocimiento y relación con el mercado laboral, así como la motivación real hacia el trabajo. Algunos de los instrumentos empleados son:
-          Test CIPSA, de F. Seara (1983), que permite al usuario valorar, desde un punto de vista personal, social y económico, más de 160 profesiones de todos los campos. La información aportada por estas pruebas estandarizadas nos sirven sólo a título de orientación o aproximación a la realidad del sujeto; no se deben usar estos resultados como datos definitivos.
-          Test IPP (Intereses y preferencias profesionales) (De la Cruz, 1993): Recoge más de 200 profesiones, actividades y tareas sobre las que el usuario expresa su opinión: me gusta, no me gusta, la desconozco, me resulta indiferente. El resultado nos permite clasificar sus intereses vocacionales por áreas de trabajo: administrativa, creativa, manual, técnica, etc.
-          Cuestionario de Motivación laboral para personas con enfermedad mental, crónica (Colis, Coy, Galilea, López, Pascual, 1996): Instrumento que mide el grado de motivación para trabajar. Nos permite diferenciar distintos factores motivacionales: satisfacción laboral, integración al entorno laboral, aceptación social, desempeño social, asertividad laboral, etc.
-          Listado de items sobre acercamientos laborales (Galilea y Colis, 2000): Instrumento que nos indica el número de aproximaciones que realiza el usuario hacia el mercado laboral, así como el tipo, la frecuencia, métodos que utiliza, apoyos con los que cuenta, etc.
-          Inventario de preferencias profesionales (Galilea, Pagola, 2001): Inventario que describe más de 50 tareas y trabajos, a las que el usuario debe responder si las elige o no para desempeñarlas a corto y/o medio plazo, así como si precisa formación para realizarlas. También indicará el grado de preferencia en que elige las distintas profesiones.
-          Listado de items de intereses vocacionales (Galilea, 2000) Instrumento que aporta información general sobre las preferencias laborales del usuario, motivación para trabajar, apoyos recibidos de su red social, expectativas laborales, etc.
-          Entrevistas semiestructuradas con el usuario: Mediante estas entrevistas se tratará de conocer la historia formativa y laboral del usuario, el nivel previo al inicio de la enfermedad; descripción de las tareas desempeñadas, sus preferencias laborales, el motivo de despidos o abandonos, la relación con compañeros, jefes, sus expectativas laborales y el autoconcepto del usuario como empleable.
-          Entrevista con familiares y otros miembros significativos (jefes, antiguos compañeros, etc.). En ocasiones la información suministrada por el usuario es vaga y poco concreta. Es necesario conocer la opinión de la familia y de otros significativos respecto al pasado fomativo/laboral del usuario, así como los apoyos que le ofrecieron en el pasado. Va a ser significativa la relación establecida entre la familia y el mundo laboral; si los miembros de la familia consideran el trabajo como un valor positivo, esto incidirá positivamente en el proceso rehabilitador del usuario. Así mismo será importante conocer quienes conforman la red social del usuario y su nivel de ocupación: pensionistas, parados, trabajadores, etc.
-          Cuestionario sobre conocimiento del mercado laboral (Galilea, 1999): instrumento que indica el nivel de conocimientos del usuario sobre el mercado laboral en general (convenio colectivo, salario mínimo, economía sumergida, jornada laboral, empleo protegido, empresa de trabajo temporal, derechos y obligaciones laborales, etc.).
-          Observación directa de los hábitos de trabajo y habilidades sociales en ambiente laboral dentro de los Talleres rehabilitadores: nos aporta información sobre el nivel de ajuste laboral y social del usuario (asistencia, puntualidad, manejo de herramientas, calidad de trabajo, etc.), así como de sus preferencias laborales.

ERRORES MÁS FRECUENTES EN EL PROCESO DE ORIENTACIÓN VOCACIONAL
-          No evaluar la motivación real para trabajar.
-          No evaluar el nivel de ajuste laboral y social
-          No evaluar el conocimiento del mercado laboral
-          No tener en cuenta las preferencias del usuario.
-          No considerar el entorno familiar y sus características (económicas, laborales, culturales…)
-          Entender la orientación como un asesoramiento en formación.
-          Hacer prevalecer la opinión del asesor vocacional en la decisión final.
-          Elegir un único empleo.
-          Facilitar toda la información al usuario.
-          No tomar en consideración las demandas del mercado de trabajo.

MÉTODOS Y TÉCNICAS DE INFORMACIÓN VOCACIONAL
Según Rivas (1995), algunos de los métodos y técnicas de información vocacional son:
-          Seguimiento de antiguos usuarios: relatan su experiencia laboral al grupo.
-          Visitas informativas a la realidad (empresas, establecimientos….).Evitar que estas salidas tengan un carácter festivo, y preparar con el organizador la visita.
-          Conferencias: tener en cuenta el nivel formativo de los usuarios; no superar 40 minutos de duración.
-          Es aconsejable elaborar las preguntas previamente.
-          Encuestas de información local: conocer los recursos del entorno; el usuario debe ser activo en la búsqueda y obtención de información.
-          Estudios de casos reales o simulados.
-          Técnicas de documentación escrita. Publicaciones del centro y puntos de información
-          accesibles (paneles, corchos, etc.).
-          Vídeos de profesionales encuestados y coloquio sobre el área profesional observada.
-          Cursos de información laboral.
-          Dinámica de grupos (debate, ensayo conductual, tareas): ayuda al usuario a tomar
-          decisiones a través del trabajo en grupo.


Políticas oficiales del Ministerio de Educación con respecto a la orientación vocacional y profesional a nivel de Educación Media y Diversificada.
Las acciones por parte del Estado en nuestro país en lo que a orientación vocacional y profesional se refiere, han estado dirigidas a diseñar planes de acción, a través de los Servicios de Orientación que funcionan para las escuelas públicas, que, como lo señala el Programa Nacional de Orientación del Ministerio de Educación (1993), incluyen: a) Visitas a instituciones de Educación Superior; b) Organización y desarrollo de talleres, charlas, jornadas etc., entre las cuales se incluyen acciones coordinadas con las instituciones de Educación Superior a fin de brindar información educativa y ocupacional a los alumnos del último año de Educación Media, Diversificada y Profesional. C) Coordinar el proceso de aplicación de la Prueba de Aptitud Académica y realizar en el plantel las actividades de información y asesoramiento en relación a la preinscripción nacional de acuerdo a las actividades contempladas en el manual de procedimientos de la Oficina de Planificación del Sector Universitario. D) Brindar información educativa y ocupacional a los docentes, padres y representantes a fin de que contribuyan positivamente a la toma de decisión vocacional de los alumnos. E).Brindar asesoramiento vocacional y profesional a los alumnos del último año de Educación Media Diversificada y Profesional, a objeto de facilitarles una acertada toma de decisión.
A partir de la implantación del cupo en las universidades (1970), dicho proceso parece haber sido absorbido por el sistema de preinscripción nacional y concretado en la prueba de aptitud académica, donde se enfatizan el rendimiento estudiantil y la disponibilidad del acceso a las instituciones de nivel superior.
En este momento es relativamente escasa la atención de los orientadores al joven que está en el proceso de elección de carrera. El panorama se ha complicado con los cambios que se generan a raíz de la implantación de la Escuela Básica, dejando en el limbo al nivel medio de la educación, pudiendo referirse a él en palabras de Arnaldo Esté (1997) como "la Media Perdida".
Dado que el problema de la toma de decisiones en cuanto a la escogencia de carreras, en líneas generales, no ha sido definido ni atacado en todas sus dimensiones y en vista del escaso rendimiento que manifiestan muchos estudiantes universitarios, el alto índice de repitencia y "deserción", algunas instituciones de Educación Superior, tales como la Universidad Central de Venezuela y la Universidad Simón Bolívar han adoptado programas experimentales para facilitar la adaptación de los estudiantes que egresan del ciclo medio y diversificado al ambiente de las universidades.
El Programa Samuel Robinson de la Secretaría de la Universidad Central de Venezuela se inicia en 1966 en un intento de buscar soluciones al proceso de admisión de los estudiantes de manera equitativa, justa y de acuerdo a la capacidad de los estudiantes en cada una de las escuelas y facultades. El programa pretende proporcionar a los estudiantes de escasos recursos herramientas para orientarse en su toma de decisiones ante las carreras que ofrece la Universidad Central, planteándose como objetivo:
"Contribuir a la democratización en las oportunidades de estudio a través de un proceso de
admisión concebido de manera integral que permita el ingreso a la UCV de estudiantes provenientes de liceos públicos del área metropolitana de Caracas y sus áreas de influencia, altamente motivados y con potencial intelectual que no han podido ingresar por las vías tradicionales" (Aguilera 2000 pág. 104) Ref. M.E.C.D. OPSU. (2000). Políticas, Proyectos y Gestión Educativa. Caracas. Venezuela.
Este programa se encuentra en proceso de evaluación, trabaja actualmente con 66 liceos oficiales del área metropolitana ubicados en zonas de escasos recursos. Los datos empíricos parecen ser favorables en cuanto a la utilidad del programa ya que aumenta la demanda de instituciones que solicitan este servicio.
Por su parte la Universidad Simón Bolívar tiene un programa auspiciado por la dirección de Desarrollo Estudiantil (DIDE) que presenta características similares en cuanto se dirige a estudiantes de liceos oficiales, previamente seleccionados a través de una prueba que se les administra para poder ingresar a carreras dentro de esa universidad. A través de esta preselección se agrupa a los estudiantes para nivelarlos académicamente, prepararlos para la prueba de Aptitud Académica, y darles información sobre las carreras que ofrece la universidad, así como iniciarlos para adaptarse a este centro universitario. Los casos que presentan dificultades son remitidos a estudios individuales. Se realiza, además, una convivencia de un día para los padres a fin de que apoyen a sus hijos en sus estudios a nivel superior. El programa viene facilitado por estudiantes de los cursos superiores. Se reportan resultados en cuanto a la adaptación del joven de Educación Media al ambiente universitario.
Paralelamente, han surgido una gran cantidad de instituciones privadas que ofrecen preparación al estudiante de Educación Media para la presentación de la prueba de Aptitud Académica.

La propuesta para un Programa Nacional de Orientación Vocacional y Profesional.




Con el propósito de disminuir las desigualdades de acceso y la prosecución de los estudiantes en el sistema de Educación Superior, el programa de Mejoramiento de la Equidad aborda, entre otros, los factores que inciden en la demanda y orientación vocacional de los estudiantes.
La propuesta elaborada por el Centro de Investigaciones Educativas TEBAS de la Universidad Central de Venezuela, se enmarca dentro de un encuadre teórico filosófico que considera al hombre socialmente inserto, con calidad para comprender y emprender su curso vital con sentido ético, a través de la auto-observación, la reflexión y el compromiso con su comunidad y su cultura. Esto supone la dignificación de la persona como sujeto de su propia realización, la cohesión social y comunitaria, la pertinencia de los aprendizajes para generar actitudes, comprensiones y conductas que coincidan no sólo con los intereses y cualidades del educando, sino también con las necesidades sociales para la producción económica y cultural de su comunidad y país. Se fundamenta, además en enfoques teóricos derivados de las perspectivas sistémicas y constructivistas y en los conceptos propósitos del Proyecto "Educación para la Dignidad" (Dignificación de la persona, cohesión social y comunitaria, pertinencia de los aprendizajes, interacción constructiva).
La metodología del programa está referida a una manera de aprender y a unas prácticas pedagógicas que se centran sobre la participación, la interacción social y el ejercicio de la democracia. La interacción constructiva implica el juego social y participativo que incluye la expresión de la opinión y su contrastación con el grupo para llegar a una toma de decisiones que permita comparar modalidades particulares y demarcar lo real de lo fantasioso en la elección de carrera por parte del joven.
Esta propuesta señala la necesidad de establecer un programa nacional de orientación de carácter permanente donde la orientación vocacional es concebida como un proceso longitudinal durante el cual se pueden determinar algunas etapas críticas, por lo tanto es necesario realizar una toma de decisiones para elegir los estudios futuros que conduzcan a la formación profesional. Se consideran como etapas transversales críticas la conclusión de la III Etapa del ciclo de Escuela Básica (noveno grado) y la culminación del Ciclo Diversificado.
La integración de los elementos teóricos y los resultantes del estudio nos proporcionaron insumos para el diseño de un Programa de Orientación para la Toma de Decisiones en la Escogencia de Carreras, el cual fue aplicado posteriormente para su validación.
En este artículo, por razones de espacio, reportamos algunas conclusiones preliminares acerca de la orientación vocacional. Se propone, además, un modelo conceptual derivado de nuestro encuadre teórico acerca del estudio de los factores que inciden en la escogencia de carreras.

A tal efecto, la orientación debería estar incluida dentro de las actividades regulares de las escuela, formando parte de los proyectos de aula, brindando asesoramiento a los alumnos, paso a paso, durante todo el proceso educativo con el fin de ayudarlos a través de discusiones, actividades de interacción constructiva y de la observación continua de su potencial en áreas fuertes y débiles, a formular su plan de vida.
La orientación vocacional no se concibe como un hecho discontinuo y transversal centrado únicamente en la elección de una carrera, sino como un proceso continuo que se realiza a través de todas las etapas del proceso educativo contribuyendo a la inserción del individuo tanto en su comunidad inmediata como profesional dentro de los planes de construcción del país.
Del estudio realizado acerca de los factores que inciden en la toma de decisiones para la elección de carreras, se construyó un modelo conceptual que, partiendo del Proyecto de Vida del estudiante, incluye las variables personales y contextuales que deben ser consideradas en el proceso de elección de carreras en la orientación vocacional.
  • proyecto de vida: Se define como la integración que hace el sujeto de sus experiencias, aspiraciones y planes futuros para su auto-realización. Dentro del diseño del programa, constituye el núcleo central, a partir del cual se desarrollan las actividades, ya que permite integrar las variables personales y contextuales que se reflejan en el proyecto profesional que incluye la elección de carrera. 
VARIABLES PERSONALES:
  1. Motivaciones, razones para escoger las carreras, importancia de seguir estudios y relaciones entre el proyecto de vida y el proyecto profesional.
  2. Historia escolar (promedio de notas, asignaturas preferidas y rechazadas, relaciones interpersonales.
VARIABLES CONTEXTUALES
  • Nivel socio-económico (profesión de los padres, ubicación de la vivienda, condiciones familiares y de la comunidad).
  • Influencia de la familia, de los padres y del servicio de orientación en la elección de carrera y programas que se realizan en la institución.
  • Institucionales (procesos de admisión, requisitos de carreras, instituciones de Educación Superior).